Crema fría de melón

Todavía sigo llamando mamá con quién me tropiezo, ahhhhhh…..¡ bendita palabra! el s.o.s que lanza el subconsciente cuando nos encontramos en apuros, adaptandome al periodo post vacacional como un síndrome del que no quiero desprenderme, no me siento decepcionada del tiempo que me ha hecho, a pesar de la lluvia, a pesar de 15 días de humedad y nubes, de tempestades de veranito Inglés como me dijo mi hermano, encuentro que no sería Galicia sin lluvia, es así como me gusta, el orvallo relajante que te induce al sueño , no sería buena gallega tampoco, si cada día que me levantase de la cama, no mirase al cielo con la esperanza de que escampase, y después de un rato de razonamientos atmosféricos rendirme a lo obvio. Así que, con la maleta arrastrando a lo largo de mi casa, resistiéndome al impulso de deshacerla, y estirar un poco más la incuestionable realidad, me introduzco en la rutina de siempre, menos mal que la cocina, siempre la cocina, me salva de pensamientos deprimentes, nos ponemos las pilitas y a trabajar.
Relajándose en el congelador tengo un pulpo con el que me he hecho los 800 km que separan Zaragoza-Galicia , para acabar de contar la verdad, el pulpo ha venido con compañía, para desesperación de mi chico, por donde he pasado he ido comprando, os enumero la lista : patatas, carne, pimientos del couto, pimientos de arnoya, aguardiente que me han encargado, rosquillas que me ha hecho mi madre, ( esas son  un clásico ) siempre las traigo, zorza, vino, regalitos para los amigos, las zapatillas que siempre tengo en casa de mi madre, que siempre las dejo para no irme del todo, eso, me ha roto la moral como buena supersticiosa, no deberían de haber venido, pero mi chico hizo la maleta de los zapatos y arrambló con todo, sigo la lista…..en Piedrafita me compre queso, un D.O de origen local con forma de gorro de cocinero, muy untuoso y ligeramente ácido, también me compre queso del brezo, con consistencia y aspecto brie, para mí mucho más rico, si lo dejas a temperatura ambiente va desbordándose por los extremos, ése , es para Pilar, ya llegando a Astorga, vuelvo a perder el norte y me compro mantecadas, pastas, teclas, pimientos de León  cecina y chocolate, ¿ sabéis la historia de Astorga y el chocolate?, mejor para otro día. Alguna cosa se me habrá olvidado de la lista, decidme algo, ¿soy yo?….o hay otros ejemplares parecidos a mí por ahí, ¿ se podría catalogar dentro de las adicciones ?

Una de tantas conversaciones con Pilar, en un determinado momento, solté la frase tan manida de …..» me gustaría irme a una isla desierta» ella me contestó : ¿ y que ibas a hacer tú, morena como el tito (moreno Miami) , en una isla desierta, en pelotas, recolectando conchas y viviendo de la pesca? .¡Tiene razón …..no se pescar!, mientras os cuento, estoy escuchando a Norah  Jones en Love me tender, una versión de Elvis, si mal no recuerdo, y a la memoria me viene otra historia, que me contaron hace años , la historia de un melón precipitándose al vacío por los barrancos del Pirineo, alguien, harto de arrastrarlo, no tuvo inconveniente alguno en arrojarlo en un momento de furia.

Eso aquí, no nos pasa, la furia la quemamos al calor de las llamas, mientras cocinamos, y esta vez sin fuego, una sopa fría, fresca y de veranito inglés.

Ingredientes :

• 1/2 melón
• 1 puntita de ajo
• 1 punta de cebolla
• 2 rebanadas de pan remojadas en agua
• Sal
• Chorrito de Pedro Ximenez u Oporto
• Anises en grano unas cuatro semillas
• Nata liquida 1/2 litro con el 35% de materia grasa

Elaboración:

En el vaso batidor triturar el melón, junto con el resto de ingredientes, excepto la nata, triturarlos muy bien dejando una crema muy fina, que colaremos por el chino, a continuación una vez colado añadimos la nata , sin batir, para que la nata no se monte, y no quede muy espeso, removemos lentamente hasta homogeneizar la mezcla, ponemos a punto de sal y listo. En cuanto al ajo y la cebolla y los anises ponemos muy poca cantidad, porque si añadimos demasiado el sabor se apodera de la crema, con cuatro semillas de anís será suficiente, a no ser que a vosotros-as os guste con un sabor más pronunciado.